1 Juan 1:9-11 El que dice que está en la luz, y aborrece a su hermano, está todavía en tinieblas. El que ama a su hermano, permanece en la luz, y en el no hay tropiezo. Pero el que aborrece a su hermano está en tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe a dónde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos.
No podemos decir que amamos a Dios y aborrecemos a la iglesia, y no solo eso, sin que te alcance las consecuencias. Podrías taparte los ojos, y andar así todo el día, sin que tengas tropiezos??? Pues así es la condición de un hermano que aborrece a otro. Pierde su propósito, pierde el rumbo, y pierde la comunión con Dios.
Y aunque den sus mejores ofrendas, estas carecen de valor para Dios, ni siquiera causan efecto en el ambiente espiritual, por lo tanto hay escasez, pobreza, falta de productividad, o lo que recibes se te va, como el agua en las manos . Mateo. 5:23-24.«Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda.»
Éstas personas no les interesa los demás. Poco le importa las necesidades del hermano, porque siempre está viendo la suya. Si te digo que traigas a memoria las veces que tu haz ofendido a alguien, seguramente serán muy pocas, y en algunos casos te justificaras diciendo porque me provocaron y tu tenias la razón.
Pero si te digo trae a memoria las veces que te han ofendido éstas serán muchas, incluso algunas las sientes como si fueran en este instante. Ahí te darás cuenta el tamaño de tu egoísmo.
Sabías que del tamaño de tu ofensa es el tamaño de tu egoísmo. Las personas que siempre se ofenden, es porque siempre están pensando en ellas, en lo que le hicieron, en lo que le dijeron, en lo que sintieron, en cómo está su condición, viendo sus circunstancias, deseando en todo tiempo la caída del que le lastimo, procurando tener noticias malas de su ofensor. Y te diré algo, aunque esa persona desaparezca de la faz de la tierra y de tu vida, no tendrás paz, seguirás caminando en tinieblas, porque tu paz no depende de esa persona, ni de lo que te hicieron, si no de un Dios todopoderoso.
Sabias que la mayoría de las ofensas son causada por suposiciones. Que estas suposiciones empiezan a enrarecer tu ambiente, estas son tinieblas que ciegan nuestros ojos, acompañados de varios velos, entre ellos el egoísmo, el orgullo, los celos, esa raíz de rechazo, etc. Y entre más velos, más oscuro será tu panorama. Y que esos velos están fundamentados en argumentos que están muy lejos de la realidad, de la verdad de Dios.
Dios te dice que es luz, y que en el no hay tinieblas. Si nosotros decimos que tenemos comunión con El y andamos en tinieblas mentimos y no practicamos la verdad. La ofensa llega de acuerdo a la condición de tu corazón. Si este es humilde, pasara por alto la ofensa, perdonará por cuanto el ha sido perdonado, y seguirá amando por cuanto el es amado.
Pero si este es orgulloso y egoísta, siempre vivirá enojado con todos, amargándose cada día, viviendo en oscuridad, en tinieblas. Culpando a los demás y alejándose de la presencia de Dios cada vez más, mintiéndose así mismo que está bien, y que su relación con Dios es excelente, porque el mismo ha creído sus argumentos de mentira. Es horrible vivir separado de la presencia solo por un sentimiento lleno de tinieblas, donde ya no podrás hacer nada. Porque separado de El nada podrás hacer.
El que en verdad tiene una comunión con Dios, siempre estará dispuesto a perdonar y amar. No permitas que el enemigo llene tu mente de cosas en contra de tus hermanos. Hace tiempo se fue a orar por una mujer, esta tenía un tumor gigantesco, y al entrar a su habitación el olor era terrible y demasiado intenso. El esposo confeso que ellos se congregaban en una iglesia, una vez llego una profeta, que les dijo que su pastor andaba mal, estos se rebelaron en contra del pastor y la iglesia. Guardando una amargura en ellos y trayendo consecuencias terribles en su vida. Oramos por ellos, para clamar misericordia, les dijimos que buscarán a su pastor y se pusieran a cuentas con él y con Dios. Que el perdón y la reconciliación acabaría con todo eso.
No permitas que el veneno de la amargura llegue a convertirse en un cáncer, que llegue a carcomer tu vida. No permitas que las suposiciones te cieguen el panorama. AMA Y PERDONA. De lo demás, solo Dios se encargara. Confía en que tienes un Dios justo. Y la justicia de Dios, es buscar el bien de todos, aún de los que te lastimaron. Acaso el regalo de Salvación no es para todos? Dejemos de ser egoístas pensando que solo la gente que te trata bien merece Salvación.
Hacemos oración para que, como iglesia guarden la unidad, el Amor, pasen por alto las ofensas. Y no se presten para que el ofendido siga con su corazón contaminado, si Dios te lo muestra es para que tú seas esa luz que el necesita en medio de su ceguera. «Nadie pone en oculto la luz encendida, ni debajo del almud, sino en el candelero, para que los que entran vean la luz.» Lucas 11:33 RVR1960 Dios me los bendiga, anhelamos cielos abiertos en tu vida.
Pastores Víctor y Berenice Vargas
excelente reflexión para recordarnos que debemos amar a nuestros hermanos en cualquier tipo de problema. que hermoso seria el mundo si siempre apoyáramos al dolido.
muchas bendiciones .
Gloria a Dios por su Palabra de verdad, ejemplo de amor y perdón, nos instruye, para seguir su ejemplo de amor al próximo, Dios siempre fiel
Gracias le doy a Dios por la vida de los pastores Víctor y Berenice y Dios siga fortaleciendo su hermoso ministerio Bendiciones