«Cuando estábamos en el monte Sinaí, el Señor nuestro Dios nos dijo: “Ya pasaron bastante tiempo en este monte.
Deuteronomio 1:6 NTV
Hay momentos en nuestras vidas en las cuales hemos llegado a sentir desfallecer ante las diversas dificultades que enfrentamos día a día y aún más en este tiempo de incertidumbre en el cuál nuestras vidas y la vida de muchos están siendo expuestas.
Momentos como estos es cuando hemos llegado a pensar en rendirnos, en las que nos encontramos sin las fuerzas de seguir avanzando, sin las ganas de continuar con nuestras vidas, sin la esperanza, sin el ánimo, sin aliento y con el deseo ya de tirar la toalla de una vez y para siempre. Deja comentarte que algo similar sucedió con el pueblo de Israel.
El pueblo de Israel había sido liberado después de 400 años de esclavitud en los cuales estuvieron bajo las órdenes del faraón, pero fue gracias a Dios y al pacto que hizo con Abraham que los libró de esa cautividad para que posteriormente tomarán posesión de la tierra que el Señor les había prometido tiempo atrás. Sin embargo, justo antes de llegar a esa tierra se detuvieron en un monte llamado Sinaí por bastante tiempo. Es claro que su destino no era quedarse en ese lugar, en esa condición, así como tampoco nuestro destino es rendirnos, ni mucho menos cuando sabemos que Dios está de nuestro lado, es Él mismo quien nos ha prometido que estará presente en cualquier aflicción que enfrentemos aquí en la tierra, que es Él en quien podemos encontrar nuevas fuerzas para continuar nuestro camino. Por lo tanto, no olvidemos que la situación que estamos viviendo hoy, es solo por un breve tiempo, no bajemos la guardia por más fuerte que este el viento en nuestra contra, si estamos en la Roca que es Cristo nada nos podrá derrumbar. Sigamos avanzando hacia el propósito por el cuál Dios nos diseñó. Solo basta ver un poco hacía atrás y ver el camino que hemos recorrido y traer a memoria esas ocasiones en las cuales también no veíamos la salida ante tal dificultad y el Señor nos dio la victoria no solo en una ocasión sino en muchas otras más. Es por esta razón que la situación que éstas viviendo el día de hoy no es una excepción, su mano no se ha acortado, Él sigue siendo el mismo Dios, Él es fiel a sus promesas, Él da fuerzas al que ya no tiene, Él es la esperanza para todo corazón abrumado.
Él ha prometido en su Palabra que nunca nos va dejar, que nunca nos soltará, promete estar con nosotros en cada paso que demos, Él promete ser nuestra ayuda, nuestro auxilio en nuestras tribulaciones.
Es el tiempo en que salgamos del estado en el que nos encontramos y avancemos hacia donde Dios quiere llevarnos, es tiempo de levantarnos y sacudirnos el polvo e ir hacia la tierra prometida, en otras palabras, hacia esas promesas que el Señor nos ha entregado. No es tiempo de rendirse, no es el tiempo de quedarnos estancados, es el tiempo de avanzar, de retomar nuevas fuerzas. El pueblo de Israel había recorrido 40 años como para quedarse ahí, lo mismo te pregunto hoy: ¿valdrá la pena rendirse? ¿Dejaras a un lado el recorrido en el cual el Señor te ha mostrado su fidelidad y su poder por lo que hoy te está afligiendo? ¡de ninguna manera! ¡no lo hagas! porque Fiel es el que ha hecho la promesa.
¡Sigamos avanzado!
Con cariño Ministerio Tu Vida en Cristo
De gran edificación hermosa palabra