«Luego les dijo: Id, comed grosuras, y bebed vino dulce, y enviad porciones a los que no tienen nada preparado; porque día santo es a nuestro Señor; no os entristezcáis, porque el gozo de Jehová es vuestra fuerza.»
Nehemías 8:10 RVR1960
El pueblo de Dios estaba pasando por una de las etapas más triste, era un remanente que había quedado de la cautividad, estaban en gran mal y afrenta. El muro de Jerusalén derribado y sus puertas quemadas.
Muchas veces así nos hemos sentido como el pueblo de Israel. Parece que todo está derrumbado, parece que ya no puedes continuar. Te sientes abatido y ya no hay más fuerzas para seguir adelante. Cuando el gozo desaparece, todo anda mal, nada te satisface, el desánimo está a flor de piel, ya no hay motivos para reír, para planear, para correr la siguiente milla, para tomar fuerzas para el siguiente salto.
Solo se respira tristeza y amargura, hay una vestimenta de luto espiritual. Pero el gozo, es una de las propiedades de Dios, de donde viene la satisfacción y la plenitud que viene a través del Espíritu Santo. Cuando está el gozo, siempre se mirara el lado bueno de las personas y situaciones que se te presenten. Siempre hay continuo canto. El gozo te enseña hablar bien de Dios aun cuando el panorama este completamente negro. A pesar de los conflictos matrimoniales, a pesar de tu situación financiera, de los pleitos y desacuerdos en la familia. Cuando está el gozo, es la fuerza para que no te derrumben.
Dice la palabra, que después que todo el pueblo se unió para reedificación de los muros, y luchando a la vez con sus adversarios. Nehemías, el sacerdote Esdras, los escribas y los levitas querían hacer entender al pueblo. Que solo a través del gozo de Dios es donde están las fuerzas para continuar. (Nehemías 8:10)
Solo el gozo de Dios te levantara. Y sacaras fuerzas como las del búfalo. Empezarás a florecer, no importa la edad que tengas, no importa cuántas canas cubran tu cabeza, tu vigor vendrá de ese poder de Dios.
El salmista dice en Salmo 51:8 Hazme oír el gozo y alegría, y se recrearán los huesos que has abatido.
Eso significa que el rey David conocía bastante bien lo que era el gozo, pero este ya no estaba ahí. Provocando gran debilidad en todo su ser.
Pero de donde tú puedes sacar gozo cuando ya no puedes más? El gozo solo esta, cuando se permanece en el amor de Dios. Cuando se está lleno del Espíritu Santo.
Tienes que reconocer que te has despegado de su presencia, el activismo, los afanes, el pecado, como le paso a David. Todo eso hace que nos olvidemos del gran amor de Dios. Que venga la tibieza, el descontento, la tristeza. Solo permaneciendo en su amor, en su presencia hay gozo.
Cuando el Espíritu de Jehová está sobre nosotros, una de las cosas maravillosas que hace es que nos quita el luto espiritual, y nos viste con un manto de gozo. Hay poder y fuerza para:
«a ordenar que a los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya.»
Isaías 61:3 RVR1960
Jesús, te da una promesa en Juan 15:9-11 Como el Padre me ha amado , así también yo os he amado ; permaneced en mi amor. Si guardaréis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor , así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. Estas cosas os he hablado, para que mi gozo éste en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido.
Si no permanecemos, si no guardamos sus mandamientos, si no caminamos en santidad, no hay gozo. Porque este viene a través de la comunión con Dios. Y el gozo siempre viene acompañado de paz. Y no habrá nada que te lo pueda quitar, ni tus conflictos, ni la escasez, ni la gente que se levante contra ti, ni el rechazo, ni el dolor, ni la traición, ni la agresión podrán quitarte el gozo de Dios. Eres tú el que lo desecha cuando te alejas de la presencia.
«De cierto, de cierto os digo, que vosotros lloraréis y lamentaréis, y el mundo se alegrará; pero aunque vosotros estéis tristes, vuestra tristeza se convertirá en gozo.
También vosotros ahora tenéis tristeza; pero os volveré a ver, y se gozará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestro gozo.»
S.Juan 16:20, 22 RVR196
Anhelamos que el gozo de Dios este contigo, que te fortalezca y salgas adelante, puedas reedificar tu matrimonio, tu relación con tus hijos, tu relación con los demás, tus finanzas, eso que tú ves en ruinas, pero sobre todas las cosas y la principal de todas tu relación con Dios.
Solo en su presencia hay plenitud de gozo, estas serán tus fuerzas para continuar en medio de los tiempos difíciles con amor de Cristo.
Pastores Víctor y Berenice Vargas.